martes, 26 de septiembre de 2017

Come drink with me, Dragon Gate Inn y A touch of Zen

Son tres películas míticas de artes marciales chinas, espadachines y de época, en China es un género en sí llamado wuxia, pertenecientes al chino King Hu, tres películas que sentaron las bases del cine de acción marcial de su país como renovación, expansión y popularidad.

Come drink with me (1966)

Tiene como heroína a la guerrera conocida como Golondrina de oro (Cheng Pei-Pei; la que más tarde haría de Zorra de Jade, la antagonista ambigua en Crouching Tiger, Hidden Dragon, 2000) y en segundo plano como su guardián secreto a un maestro de kung fu que se hace pasar por vagabundo y alcohólico apodado Gato borracho (Yueh Hua). La trama es sencilla y emocionante como buena cinta de acción.

Unos bandidos han secuestrado al hijo de una importante figura política para intercambiarlo por el líder de su banda que yace preso. Éste es el pretexto del filme para rivalizar, pero es innegociable porque el gobierno no accede a intercambios y envía a Golondrina de oro a rescatarlo. Con tan sólo esto vemos variedad de enfrentamientos donde la protagonista muestra toda su habilidad de pelea, especialmente con armas (cuchillos, dardos, espadas).

El filme no tiene una lógica estricta marcial, los combates tienden a exagerar, pero se ven excelentes las coreografías así, imponiendo mítica y pegándose a la historia, más que buscar la destreza real. Es un lugar para magnificar a los personajes y perpetrarlos como parte de un cuento. El filme es un sólido entretenimiento, con su ligereza argumental, vital y sus continuos ataques y contrataques, sobre todo porque la grandilocuencia no viene por la fluidez, rapidez y coherencia de los golpes, sino por la construcción en cuanto a la sobredimensión de habilidades en el combate, plenamente justificados en su propia visualidad y libertad.

La trama muestra a Golondrina de oro yendo de frente contra los bandidos cuando entra a sentarse en un restaurante-posada donde ellos suelen hallarse, toma un cuarto en el lugar, y más tarde los sigue hasta su escondite, un templo budista. Los bandidos que son un ejército quedan plenamente dibujados cuando matan a un niño fisgón. El filme saca un as de la manga con una sub-trama bien avanzado el metraje, con el hermano mayor de Gato borracho –hermano mayor que lo recogió, pero es un traidor y ambicioso- que es el gran reto final de combate de la propuesta. Gato borracho impone alegría, poética, humor, música y simpatía también, anda con un coro de niños y tiende a cantar. Lo curioso es que los artistas marciales principales se ven bien comunes, pero pelean como los más fieros. El filme crea su entero mundo fantástico. La ambientación y la vestimenta también son muy loables.

Dragon Gate Inn (1967)

Ésta película es algo más compleja que su antecesora, tiene más giros, más escapes para seguir con la acción. Ésta vez se trata de una zona dominada por un gobernante eunuco que tiene a su banda de guerreros tras los pasos de una dinastía que rivaliza por quien gobernará y quiere destruirlos. La ambición de poder y control hace que el eunuco en jefe mande a sus mercenarios a matar a los hijos de su contrincante político. Pero en el camino salen maestros marciales a defenderlos. Estos parecen gente casual y en un inicio como en un tipo de comedia -slapstick- parecen enfrentarse sin ton ni son a los malvados, pero aunque surgen infinidad de peleas y conspiraciones, para matar inocentes y entrometidos, el filme luego expresa motivos. El eje es simple, salvar la dinastía en peligro y vencer al eunuco y su banda de guerreros.

Xiao (Shi Juan) es el protagonista más importante, tiene mucho carisma y se ve bien ligero, pero como él mismo responde las apariencias engañan. Tiene a flor de piel el humor, pero pelea con grave destreza, frescura y cierta vanidad. Xiao es un lobo solitario, al que le han pagado, pero va más allá y se siente comprometido con la causa de los hijos del general Yu. Es un héroe en toda cabalidad, aunque de lo más sencillo y funcional, no tiene background alguno, y no pelea sólo, tiene su pequeño grupo de aliados, unidos por fervor a la misma causa.

El filme se presta sobre todo para combatir, hay infinidad de luchas impresionantes, pero lo hace con preámbulos donde hay sarcasmo, juego, suspenso, diálogos absurdos y jugosos, mucha gracia y picardía. El filme no sólo se aboca a pelear aunque tiene una trama muy práctica y esquemática, pero la estructura para generar pequeños pretextos de encuentros -acción, choque- es de suma elaboración y audacia. Hay una soberbia puesta en escena, como un uso del exterior natural maravilloso; es toda una preparación y rodeos in situ para luego generar las esperadas y aclamadas luchas.

El contexto central es la posada Dragon Gate donde perro, gato y pericote se esconden, se preparan y se encuentran para pelear. En el arranque del filme son presentados los guerreros enemigos principales, pero al final poco importa sus nombres, sino que den muchas batallas, en ello la propuesta mantiene la tensión hasta el último minuto. Tsai Ming-liang le haría un homenaje a ésta película, pero a su estilo, con la maravillosa Goodbye, Dragon Inn (2003), centrada en una vieja sala de cine donde se está viendo éste famoso wuxia.

A touch of Zen (1971)

Ésta película dura unas 3 horas aproximadamente y es la película más famosa de King Hu y la que más trabajo y tiempo le demandó, tomó 3 años terminarla. El filme tiene la curiosidad que uno de los pilares del filme es el actor Shi Juan, como Ku Shen Chai, pero aquí no sabe artes marciales, es sólo un dibujante que vive con su madre que para fastidiándolo de solterón. No obstante más tarde se mostrará como un eximio estratega militar, cuando quiera salvar a una fugitiva, Yang Hui-ching (Hsu Feng), que es maestra de kung fu y sobre todo con la espada.

El filme demora 55 minutos en presentar su primera pelea marcial, antes maneja el misterio con un extraño visitante, además de que juega un poco con el terror con un fuerte encantado. Los malvados están liderados por el eunuco Wei y la cámara del este (sus agentes policiales), que quieren matar a Yang porque su padre delató al eunuco de corrupto. Ku y Yang tienen una escena romántica muy bella e interesante y queda unido a ella para siempre, aunque Yang es una mujer ruda y autosuficiente, es ella la que se enfrenta a espadazos con los asesinos, pero esa noche cae en brazos del que menos uno esperaría, un hombre débil físicamente, pero muy inteligente, honorable y valiente.

Yang además tiene a su lado gente leal de su padre que yacen de encubierto y son los que pelean hombro a hombro, cuerpo a cuerpo. Estos se enfrentan a los distintos mandos de la cámara del este que la buscan. No faltaran peleas muy vistosas, intensas y exigentes, pero igualmente será necesaria la inteligencia y sensibilidad de Ku, lo sobrenatural y la fe. Enfrentan la especial dificultad con el capitán Ouyang Nin que parece invencible y, después, al comandante Hsu Hsien-Chen, que es el doble de diestro que el capitán y más cáustico. El filme es un canto de mítica, personajes de un grato atractivo visual, en un empaque llano y transparente, valiéndose de un súper entretenimiento.

Otra participación determinante en el conjunto es la del abad Hui Yuan (Roy Chiao), líder de un grupo de monjes budistas y el que aunque aparece en pocas oportunidades brinda un aire místico y trascendental al filme, aparte de que ejecuta el llamado golpe del toque zen, un golpe espectacular dentro de un poderoso clímax. El filme finaliza artístico, desbocado, un poco extraño (pero entendible) y muy libre; lo mismo imitaría la genial y popular Crouching Tiger, Hidden Dragon, en mucha menor valía como colofón, pero se podría decir que por más tiempo, a partir del vagabundear descubierto de Jen Yu, la bella Zhang Ziyi. A touch of Zen es una obra magistral e hito del séptimo arte.